PETRA, por Manolo Rincón
Hay un
personaje entrañable que poco hemos mencionado, pero que todos conocemos. Me
refiero a Petra Guzmán Casarrubios, la inefable Petra, de la cual me acuerdo
muchas veces pero de la que pocos datos he podido obtener.
Mi recuerdo
es de una mujer enjuta, con gafas, pelo entrecano y siempre sonriente. Vestía
siempre una especie de uniforme gris a veces con delantal. Yo la conocí en el
año 57 y la recuerdo hasta que salimos del Instituto.
Para
encontrarla había que ir a la cafetería de profesores, sita en los bajos del
teatro.
Cafetería de Profesores
Detalle
Tenía un
enorme manojo de llaves, cual cancerbero femenino, y podía abrirte cualquier
puerta. A ella nos mandaban los profesores cuando necesitaban la llave de un
laboratorio o de algún cuarto cerrado.
Sus
cometidos exactos no los llegué a conocer nunca, pero siempre me atendía con
una gran sonrisa.
Iñaki
Casas era muy amigo de ella, y eso me permitió frecuentarla en los recreos.
Tenía un gran sentido del humor y nos contaba siempre chascarrillos de los profesores,
lo cual nos divertía y nos gustaba por ello oírla.
También se
metía con los curas, y contaba buenas anécdotas de ellos, de cómo las sotanas
les impedían hacer sus necesidades fisiológicas con la rapidez adecuada, de los
zurcidos que ella les hacía de vez en cuando. Incluso les planchó alguna camisa
y camiseta.
Adoraba a
D. Antonio, al cual alababa continuamente.
No así a
Brañas, del que decía era un tacaño.
Algunos
años, por indicación del Padre Gabino, contábamos el dinero de las huchas del
DOMUND y lo empaquetábamos en múltiplos de pesetas para su cambio. Ella nos
ayudaba a esta tediosa tarea en el museo religioso.
Alguna
tarde nos dio algún bollo sobrante de alguna celebración de cumpleaños de
profesores.
He
intentado indagar más sobre ella para hacer una semblanza más completa, pero no
he conseguido averiguar más. Parece que llegó a la edad de jubilación y se fue,
pero no se sabe si a un pueblo o a su casa de Madrid. Tampoco me han sabido
decir de donde era. Parece lo más probable que de algún pueblo, pero no hay
indicios que permitan saberlo.
También se
piensa que era soltera, pero hay versiones de que era viuda de la guerra. No
hay tampoco una foto donde aparezca.
Qué
lástima perder su rastro.
Rosa María Muro, aporta más datos como yo le había pedido
ResponderEliminarPetra Guzmán Casarrubios, nació en Carranque (Toledo), el 7 de Junio de 1912. Se jubiló en el Instituto Ramiro de Maeztu con 70 años, pero siguió estando en el Centro atendiendo asuntos relacionados con el Estudiantes en un sótano donde el club tenía una pequeña habitación, pero ya en situación laboral de jubilada. En dicho lugar Petra lavaba algunas de las prendas del equipo y también ofrecía café a algunos profesores, y a alumnos, sobre todo del Nocturno. Así continuó, haciendo memoria histórica, hasta 1988-89. Esta fecha no he podido contrastarla.
Murió en Madrid el 5 de Julio, 2009. Tenía 97 años Gracias
Una vez vi a un carpintero veterano que después de poner algún parche en la tarima del salón de actos bajaba a la cafetería hablar con una mujer que ya nunca cumpliría los sesenta, la cual siempre estaba en un cuarto a la derecha de la barra. Debía de ser que se conocían de toda la vida. Era como un encuentro de viejos camaradas.
ResponderEliminarEsa mujer que estaba en aquel cuarto toda la tarde era una de esas personas que no aparecen el los libros de historia de nombres de profesores famosos, y sin embargo su figura tiene un peso muy consistente. Debía de llevar allí toda la vida, creo que como jefa del servicio de limpieza y de cafetería; pero en la época que yo estuve parecía que se había quedado allí adherida sin que nadie supiera muy bien a que se dedicaba, se la veía cosiendo en la presidencia de una larga mesa, en aquel cuarto en el que una gata de color gris pardo rebozaba su pequeño cuerpo a cualquiera que se dejara en épocas de celo. Mientras, pasaban por allí todo tipo de personalidades, profesores, directores y presidentes. Yo la veía como una mujer buena y con un maravilloso mal carácter que poseía en el Instituto influencia y amistades, siempre en su sótano, como dueña de un imperio subterráneo.
A esta señora yo la he visto hasta el año 1984 en la "cafetería de profesores" a donde íbamos muchos que estudiábamos nocturno sobre todo en invierno. Por el cuarto ese de la derecha de la barra se pasaba de la "cafetería de profesores" a la "cantina" de Geni. ¿Que es de Geni?. Recuerdo que cuando cerraban por la noche Geni se llevaba a Petra en su ¿talbot horizon?. Y sí recuerdo que era muy buena con una "mala leche" un poco fingida. Muy buena persona.
ResponderEliminarPetra vivía en la calle Palencia, en los cuatro caminos, entre Bravo Murillo y Dulcinea (al lado del Mercado de Maravillas). Yo iba a verla con frecuencia (tenía cerca la casa de mis padres y la consulta).
ResponderEliminarYa, más mayor, marchó a la estupenda residencia Ballesol de la calle Cartagena (junto a López de Hoyos) donde también iba a verla.
Su relación con D. Antonio era tal que la familia Magariños se hizo cargo de los gastos de la residencia.
Y yo, el Rata, era (a mucha honra) uno de sus hijos favoritos.
Y me parece estupendo que se la incluya en el apartado de Semblanzas de Nuestros Profesores porque bien que nos enseñó muchas cosas.
EliminarY el carpintero, que hacía de todo, en verdad era el Electricista: el Sr Ventura (nunca he sabido si era nombre o apellido); yo andaba cerca de él porque me encargaron de la "radio" (la megafonía del recreo, que acababa cuando yo ponía la marcha San Marcial en el pick-up.
Petra según me conto ella, estuvo con D Luis Ortiz durante la Guerra Incivil, refugiados en la Embajada de Chile, hasta su finalización. Después D. Luis se la trajo al Ramiro.
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