sábado, 11 de mayo de 2013


PETRA, por Manolo Rincón

Hay un personaje entrañable que poco hemos mencionado, pero que todos conocemos. Me refiero a Petra Guzmán Casarrubios, la inefable Petra, de la cual me acuerdo muchas veces pero de la que pocos datos he podido obtener.

Mi recuerdo es de una mujer enjuta, con gafas, pelo entrecano y siempre sonriente. Vestía siempre una especie de uniforme gris a veces con delantal. Yo la conocí en el año 57 y la recuerdo hasta que salimos del Instituto.

Para encontrarla había que ir a la cafetería de profesores, sita en los bajos del teatro.

Cafetería de Profesores

Detalle
Tenía un enorme manojo de llaves, cual cancerbero femenino, y podía abrirte cualquier puerta. A ella nos mandaban los profesores cuando necesitaban la llave de un laboratorio o de algún cuarto cerrado.

Sus cometidos exactos no los llegué a conocer nunca, pero siempre me atendía con una gran sonrisa.

Iñaki Casas era muy amigo de ella, y eso me permitió frecuentarla en los recreos. Tenía un gran sentido del humor y nos contaba siempre chascarrillos de los profesores, lo cual nos divertía y nos gustaba por ello oírla.

También se metía con los curas, y contaba buenas anécdotas de ellos, de cómo las sotanas les impedían hacer sus necesidades fisiológicas con la rapidez adecuada, de los zurcidos que ella les hacía de vez en cuando. Incluso les planchó alguna camisa y camiseta.

Adoraba a D. Antonio, al cual alababa continuamente.

No así a Brañas, del que decía era un tacaño.

Algunos años, por indicación del Padre Gabino, contábamos el dinero de las huchas del DOMUND y lo empaquetábamos en múltiplos de pesetas para su cambio. Ella nos ayudaba a esta tediosa tarea en el museo religioso.

Alguna tarde nos dio algún bollo sobrante de alguna celebración de cumpleaños de profesores.

He intentado indagar más sobre ella para hacer una semblanza más completa, pero no he conseguido averiguar más. Parece que llegó a la edad de jubilación y se fue, pero no se sabe si a un pueblo o a su casa de Madrid. Tampoco me han sabido decir de donde era. Parece lo más probable que de algún pueblo, pero no hay indicios que permitan saberlo.

También se piensa que era soltera, pero hay versiones de que era viuda de la guerra. No hay tampoco una foto donde aparezca.

Qué lástima perder su rastro.

Quiero con estas líneas rendirla un cálido homenaje, y al mismo tiempo pedir que si algún lector tiene algo que aportar, lo haga, que será una alegría poder ampliar su biografía.

6 comentarios:

  1. Rosa María Muro, aporta más datos como yo le había pedido

    Petra Guzmán Casarrubios, nació en Carranque (Toledo), el 7 de Junio de 1912. Se jubiló en el Instituto Ramiro de Maeztu con 70 años, pero siguió estando en el Centro atendiendo asuntos relacionados con el Estudiantes en un sótano donde el club tenía una pequeña habitación, pero ya en situación laboral de jubilada. En dicho lugar Petra lavaba algunas de las prendas del equipo y también ofrecía café a algunos profesores, y a alumnos, sobre todo del Nocturno. Así continuó, haciendo memoria histórica, hasta 1988-89. Esta fecha no he podido contrastarla.
    Murió en Madrid el 5 de Julio, 2009. Tenía 97 años Gracias

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  2. Una vez vi a un carpintero veterano que después de poner algún parche en la tarima del salón de actos bajaba a la cafetería hablar con una mujer que ya nunca cumpliría los sesenta, la cual siempre estaba en un cuarto a la derecha de la barra. Debía de ser que se conocían de toda la vida. Era como un encuentro de viejos camaradas.
    Esa mujer que estaba en aquel cuarto toda la tarde era una de esas personas que no aparecen el los libros de historia de nombres de profesores famosos, y sin embargo su figura tiene un peso muy consistente. Debía de llevar allí toda la vida, creo que como jefa del servicio de limpieza y de cafetería; pero en la época que yo estuve parecía que se había quedado allí adherida sin que nadie supiera muy bien a que se dedicaba, se la veía cosiendo en la presidencia de una larga mesa, en aquel cuarto en el que una gata de color gris pardo rebozaba su pequeño cuerpo a cualquiera que se dejara en épocas de celo. Mientras, pasaban por allí todo tipo de personalidades, profesores, directores y presidentes. Yo la veía como una mujer buena y con un maravilloso mal carácter que poseía en el Instituto influencia y amistades, siempre en su sótano, como dueña de un imperio subterráneo.

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  3. A esta señora yo la he visto hasta el año 1984 en la "cafetería de profesores" a donde íbamos muchos que estudiábamos nocturno sobre todo en invierno. Por el cuarto ese de la derecha de la barra se pasaba de la "cafetería de profesores" a la "cantina" de Geni. ¿Que es de Geni?. Recuerdo que cuando cerraban por la noche Geni se llevaba a Petra en su ¿talbot horizon?. Y sí recuerdo que era muy buena con una "mala leche" un poco fingida. Muy buena persona.

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  4. Jose María Fernández Alonso7 de junio de 2015, 17:30

    Petra vivía en la calle Palencia, en los cuatro caminos, entre Bravo Murillo y Dulcinea (al lado del Mercado de Maravillas). Yo iba a verla con frecuencia (tenía cerca la casa de mis padres y la consulta).
    Ya, más mayor, marchó a la estupenda residencia Ballesol de la calle Cartagena (junto a López de Hoyos) donde también iba a verla.
    Su relación con D. Antonio era tal que la familia Magariños se hizo cargo de los gastos de la residencia.
    Y yo, el Rata, era (a mucha honra) uno de sus hijos favoritos.

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    1. Jose María Fernández Alonso7 de junio de 2015, 17:53

      Y me parece estupendo que se la incluya en el apartado de Semblanzas de Nuestros Profesores porque bien que nos enseñó muchas cosas.
      Y el carpintero, que hacía de todo, en verdad era el Electricista: el Sr Ventura (nunca he sabido si era nombre o apellido); yo andaba cerca de él porque me encargaron de la "radio" (la megafonía del recreo, que acababa cuando yo ponía la marcha San Marcial en el pick-up.

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    2. Petra según me conto ella, estuvo con D Luis Ortiz durante la Guerra Incivil, refugiados en la Embajada de Chile, hasta su finalización. Después D. Luis se la trajo al Ramiro.

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